jueves, 31 de diciembre de 2009

Shit happens

Como hace muuucho que no me paso por aquí (qué se le va a hacer, soy una mujer trabajadora independiente y que tiene muchas cosas que hacer xD) resumiré lo que me ha pasado en estas vacaciones, que tampoco son muy vacaciones...
La última semana de trabajo fue bastante relajada, el martes era el día grande en la empresa: nos daban la cesta de navidad y había fiesta en la cantina. Resultado: una caja con lo que podríamos decir que era la compra de la semana metida en una cesta de esas que tu abuela usa para meter flores con artículos taaaan útiles como un paquete de salsa curry ya hecha o comida para pájaros. Lo que más ilusión me hizo fue la lata de piña (por lo de ser lo único que encontraría también en una cesta española) y la lata de atún (sí, sí, de atún). Claro, todo sea por la crisis, madre mía.
La fiesta de después tampoco fue gran cosa: Glühwein, cervezas y refrescos (bueno, también había chocolate caliente, pero seamos francos, habiendo alcohol ¿para qué pillarse un chocolate si después dan comida?). En cuanto a la comida, era típica holandesa, salchichas, carne y 3 tipos distintos de stampot (ooohhh se estiraron ¬¬). Que qué es eso del stampot?: pues puré de patatas mezclado con otras verduras, con zanahorias, con chucrut o con una cosa verde que no me acuerdo qué era pero que era el que mejor estaba. Y eso con un chocolate caliente...
La comida de la empresa, por así decirlo fue con los del departamento. Ese día además empezó a nevar de forma importante y nos fuimos andando al restaurante, como unos valientes. Incluso después de pedir por teléfono como 2 horas antes de ir para "no tardar mucho" cuando llegamos no estaba preparado y nos tiramos como 2 horas para comer. Nos pusimos para echar a rodar, menos mal que pagó la empresa xD.
Ese día siguió nevando y se formó una capa importante en la calle, pero el sábado no, lo que no me hizo sospechar lo que se avecinaba...
El domingo venía mi familia por la tarde. Volaban a Ámsterdam y yo iba a recogerles en tren para quedarnos a dormir allí y ver la ciudad al día siguiente. Ja!! Sobre las 2 de la tarde me llama Helena para decirme que me asome a la ventana. Diorrr qué forma de nevar. Así que me arreglé, recogí lo que pude y me fui a la aventura.
Nada más llegar a la estación vives el caos. Uno piensa que a Holanda, vecina de la supermegahiper organizada Alemania, se le habrá pegado algo. Pues no amigos, Holanda podría ser vecina perfectamente de España, pero no la España del norte, con sus quitanieves y sal, no, esto podría pasar perfectamente en Madrid. Caos.
Como iba diciendo, llegué a la estación de trenes para ver que no había ni un cartel encendido. Fui a preguntar qué hacer para llegar a Schiphol y el tío me dice que me quede en casa (que a la larga hubiera sido lo mejor), así de claro. Que si no es urgente ir a Schiphol mejor no ir, claro, para mí era urgente, así que me fui corriendo al andén que me dijo, preparada a que tendría que seguir las indicaciones por megafonía (he dicho que no entiendo holandés que no sea por escrito?).
En principio el plan era ir de Nijmegen a Arnhem, de Arnhem a Utrecht y de Utrecht a Schiphol. Demasiado fácil. Cuando llegué a Arnhem el andén estaba hasta arriba de gente con maletas (buena señal), pero demasiado lleno (malo). Nos tiramos como una hora escuchando al de la megafonía decir que el tren llegaba con retraso (eso sí que era un eufemismo) cuando por fin dijeron que el tráfico estaba interrumpido entre Arnhem y Utrecht, así sin más. Después de espera otro rato largo ya por fin anunciaron un tren a Utrecht. En la otra punta de la estación. Pues nada, yo siguiendo a gente con maletas por todas partes e intentando no romperme la crisma, porque claro, las estaciones estaban llenas de nieve, que de tan pisoteada que estaba era ya una capa de hielo.
El tren en cuestión iba hasta la bandera, pero conseguí sentarme y como no, iba parando en tooodas las estaciones que se encontraba. A todo esto me llama mi hermana y dice que les cancelan el vuelo. Tooooma ya. Seguí en el tren esperando próximos avances desde Barajas por si las moscas. Pero nada, cuando llegué a Utrecht por fin (3 horas después) no había manera de que el avión saliera desde Madrid. Ellos a un hotel, yo de vuelta al tren a casa. Menos mal que ese viajecito no fue de 3 horas.
Con la nieve por los tobillos llegué a casa, donde mi compañera, preocupada por el estado de Schiphol (su avión salía al día siguiente a mediodía) y de los trenes llamaba a un taxi para llegar a la estación a las 5 de la mañana para coger el primer tren. Pues nada, yo con ella. A madrugar de forma salvaje. Ya en la estación nos tocó esperar una horita porque el primer tren de ese día simplemente no salió. Y ya cuando estabamos sentadas dentro esperando los últimos minutos antes de partir me llama otra vez mi hermana diciendo que por la nevada caída en Madrid no salen. Otra vez a casa a dormir.
En fin, que ya por fin pudieron venir el miércoles, pero de una semana que iban a estar se quedó en prácticamente 3 días. Por lo menos las Navidades las pasamos en familia y mi padre me ha arreglado la bici que pensaba que ya era cadáver. El problema es que ya se me había olvidado que era tan alta y tan pesada y esta mañana después de hacer las compras casi me la pego, porque por cierto, ha nevado otra vez, y como aquí no se estila eso de la sal pues ya era un poco hielo más que nieve.
Todo este rollo es para deciros que lo bueno es que mañana será otro día y otro año y que lo paséis muy bien esta noche, que cuidado con los excesos y que para el año que viene más y mejor.


¿Ya tenéis los propósitos de año nuevo? Yo no, igual que Calvin soy perfecta tal como soy ;)

viernes, 20 de noviembre de 2009

Control de daños

Hace mucho tiempo que no escribo nada, ya lo sé. Es que por unas cosas o por otras he estado tan atareada, cansada u olvidadiza que así vamos...
Como ya comenté, he cambiado de puesto de trabajo. El nuevo puesto es tan o más complicado de explicar que el anterior, así que ante la pregunta de ¿y qué es lo que haces ahora? os diré que ya os lo explicaré en detalle cuando me lo preguntéis en persona.
La primera semana de trabajo empezó muy bien, el miércoles por la tarde ya me habían mandado a un curso a Londres xD. Así que aprovechando el tiempo que me quedó después de las charlas sobre la nueva legislación de aditivos para alimentación animal, visité un poquito la ciudad. Me encantó, tengo que volver pero a tiempo completo para poder ver más cosas y experimentarla, jeje.
Las reuniones de trabajo se llevan bien, un poco intensas (jo, mínimo 3 horas cada vez, y suele haber una por semana, ahhhhh). Mi compi de trabajo ya era conocida, así nada. Y lo mejor: tengo mi propia mesa, con mi monitor, mi teclado, mi todo. Con teléfono y móvil nuevos flamantes, ¡tooooma ya!
También me mudé a un apartamento en Nijmegen. Vivo sola, pero mi vecina de abajo es Helena, mi compañera del curro. Vivimos en una casa que el dueño ha convertido en 2 apartamentos, así que paso de la caja de zapatos a lo que me parece un palacio. En la mudanza me ayudaron un poco, porque quién me hubiera dicho a mí que había acumulado tantas mierdas, madre mía. Pero sobreviví a la mudanza y la limpieza de la casa (sobre todo de la cocina xD). Aún tengo pendiente una visita a IKEA, pero tengo todo lo que necesito y mejor: ¡espacio!
Y tengo una bici nueva también. Es que ahora con eso de necesitar una bici para ir de la estación al curro y luego otra para moverme por Nijmegen, pues no salían las cuentas. Así que compré una de segunda mano pintada de plateada con frenos que como me descuide un día salgo por delante de la bici, y que se queda a dormir en la estación de Boxmeer. Y mi querida bici de saldo, que perdió una tuerca mientras la trasladaba, se ha convertido en nimegiana, lo que me recuerda que aún no he ido al ayuntamiento a registrarme y que tampoco me he leído los papeles del seguro médico que tengo que contratar (sí, adiós seguridad social, bienvenida al lío del seguro médico privado, pero de eso ya hablaré otro día)
Además, en este tiempo también me ha dado tiempo de ir a España en visita relámpago a la boda de uno de mis primos, sacarme el pasaporte con anécdota incluida (pero que no contaré porque me da vergüenza lo tonta que soy) y probar lo que es volar en una low cost. El azafato del Ámsterdam-Madrid que me ayudó a colocar la maleta ha llegado al número uno de mi ránking de auxiliares de vuelo para quedarse muuucho tiempo. Esa pluma y el acentazo andaluz cuando preguntó a unos guiris "de quien eh ehto?" me conquistaron forever and ever.
Bueno, y después de unas semanas de no parar, este fin de semana me lo tomo de relax, para limpiar y lavar ropa, que tengo el palacio hecho unos zorros...

sábado, 10 de octubre de 2009

Mi nueva vida

No es que vaya a ser un cambio radical. No. Es que ya tengo un año de mi vida futura durante el cual voy a saber dónde trabajo y dónde vivo.
En concreto el 1 de noviembre empiezo contrato nuevo. Seguiré en la misma empresa y el mismo departamento, pero el puesto de trabajo cambia. Ya no seré Project assistant sino Regulatory affairs officer. No es que ahora pueda explicar mejor que antes lo que voy a hacer. Eso sigue siendo complicado...
Y como tengo contrato nuevo, condiciones nuevas. Se acabó el que me paguen la casa, así que me ha tocado buscarme mi nidito. Eso también está arreglado. Ayer firmé el contrato de alquiler de un apartamento en el centro de Nijmegen. Sí, me cambio de ciudad. Boxmeer es un pueblo que aburre hasta a las ovejas y en el que encontrar algo de alquiler que no sea una casa familiar es misión imposible. Además, que mi vecina de abajo va a ser Helena, mi nueva compañera de curro.
Cosas importantes: el baño, la habitación y la cocina están separados del salón. Comparado con el minipiso en el que estoy ahora me va a parecer un palacio, ¡qué digo un palacio! ¡Un castillo! Si me aburro me puede dar hasta por correr en círculos por toda la casa. Y encima tenemos detrás de la casa un jardín para Helena y para mí. Eso sí que es cambio. Claro que también pago por ello xD
Así que ya me queda poquito para despedirme de este cuchitril. Lo malo es que también me tendré que despedir de mi compañera presente, Esther, que ha decidido volver para España :(

viernes, 25 de septiembre de 2009

Síndrome post-vacacional y otoñal en uno

Sip, nunca pensé que lo diría, pero estoy con depre post-vacacional. Y eso que la semana para mí solo ha tenido 4 días, pero nada. Sin ganas de currar. Mirando el ordenador como una boba y contestando las preguntas en plan autómata. Días rutinarios grises que son todos igual.
A eso le sumamos que estamos en otoño, con frío, nieblas, sin apenas luz, que se hace de noche cada vez más pronto, que el mal tiempo y más frío se acerca sigilosamente para golpear duro en cuanto te descuides y que me entra angustia porque tengo que buscarme casa nueva.
Sí, me mudo. Aún no es inminente, pero el 31 de octubre se acerca a pasos de gigante y para esa fecha tengo que saber si me tengo que quedar en este cuchitril pagando o si por el contrario he encontrado otro sitio en Nijmegen para llevarme todos mis trastos y comenzar otra etapa de mi vida.
En fin, que no estoy muy positiva, pero es que habiendo estado en casa de vacaciones, con luz de verdad, de esa que hace que todo tenga un color amarillo y no grisáceo...
Bueno, que mi ropa está en la secadora y tengo que recogerla. Que la vida espera para ser vivida en Holanda y que esto se pasa, porque mañana me piro a Düsseldorf con Esther para ir de tiendas muajajaja!

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Aterrizando otra vez

Odio volar. No es que me dé miedo, para nada. Pero es que notas como pasa un tiempo precioso de tu vida que no va a volver: entre las 2 horas que tienes que estar antes de salir, las otras 2 horas y pico de avión, esperar a que el avión salga y que aparque una vez aterrizado (mira, otra cosa que no me mola es el aterrizaje, que notas como el estómago va de arriba a abajo), esperar la maleta y luego, por último otras 2 horitas de tren.
Todo esto se traduce en: salí de casa a las 13 y llegué a la otra casa a las 21:45, ¿cómo se te queda el cuerpo? Pues el mío como un trapo.
Pero en fin, que no seamos negativos. Que he pasado 10 días en casita disfrutando de no hacer nada, que para eso estaba de vacaciones. He hecho mis recados y mis compras, he visto a amigos (no tantos como quería, pero es que en tan poco tiempo no se puede hacer todo lo que se quiere) y a la familia, he dormido en mi camita y comido pescado, tortilla y cocido!
Un buen balance. Además he ido de boda y he visto el baloncesto en tele de verdad, y no sólo eso, es que también hemos ganado xD.
Una última cosita... si alguna vez voláis de Madrid a Ámsterdam con Iberia que sepáis algo: antes de salir el avión se retrasará sospechosamente y os dirán que es que hay pasajeros que no se han presentado al vuelo y por razones de seguridad están sacando su equipaje. Pues es mentira. Es eso o qué casualidad que las 2 veces que he hecho ese trayecto con Iberia ha pasado eso. Pero en el vuelo al revés no pasa. Debe ser que los pasajeros de Barajas son más tontos...

viernes, 11 de septiembre de 2009

I'm on my way home

Me voy a casa... por vacaciones. Después de llevar en Holanda 6 mesecitos me cojo por fin unos días para volver a casita.
A ver a la familia y amigos, a descansar y a hacer recados.
Sacaré a mi perrete de paseo, si se acuerda de mi claro. Aunque con un par de galletas lo tengo en el bote.
Volveré a dormir en mi cama, rodeada de mis cosas y mis libros.
Veré la tele en español (bueno, si hay algo que merezca la pena ser visto).
Recogeré mi título de licenciada y me cortaré el pelo (que falta hace).
Iré a la boda de mi prima.
Comeré pescado frejco frejco! Sueño con lubinas haciéndome movimientos sexys.

Y lo más importante de todo... ¡el dormitorio, la cocina y el salón no estarán juntos en la misma habitación!

martes, 8 de septiembre de 2009

What a disaster!

Ayer por la noche jugaba la selección de baloncesto y no me lo podía perder.
Ya es una tradición los veranos con el baloncesto y aunque este año esté fuera de casa no falto a ver los partidos.
La cosa empezó mal porque aquí ninguno de los canales que tengo en la tele (y mira que tengo más de 30) emitía el baloncesto.
Así que a buscar en internet. Primero empecé con la Ser, pero nada, solo la plasta de la Angels Barceló. Luego miré en la página web de La Sexta, pero debe ser que si no estás conectado en España no lo puedes ver (super útil, eh? porque claro, es no es para naaaaada normal que la gente fuera de España quiera ver la tele no?). Así que cambié a rojadirecta y pude verlo como 5 minutos porque decía que ya había demasiados conectados desde Holanda. Encima que se ve con un pixelado de mierda... Pues nada, a seguir buscando, y por fin conseguí una página en la que se veía, mal, se veía mal, pero menos da una piedra y aún menos si esta es holandesa.
Ya contenta con mi chusti tele me dispuse a disfrutar, por decir algo, del juego.
¡Qué sufrimientos madre mía! En qué hora echaron a Pepu, ¿verdad? Porque no fue sólo que los jugadores corrieran de arriba a abajo como pollos sin cabeza, es que con tanto cambio yo ya no sabía quién estaba jugando, que una vez que con el pixelado reconocía al quinteto va Scariolo y los cambia sin parar (y encima mal, porque para uno que estaba jugando bien -Reyes- va y lo quita)! Así que me tuve que fiar del calvo insufrible de la Sexta y creerme que esa mancha roja con el pelo moreno era X.
Preguntas sin respuesta: ¿funciona la gomina del entrenador como las babosas cerebrales y por eso se le ocurrió poner a Garbajosa y Mumbrú en el quinteto oficial en lugar de a Reyes y Claver, por ejemplo? ¿qué hace España con 4 bases cuando ninguno le llega a las suelas a Calderón y no tenemos un alero que supla a Carlos Jiménez (sic)? ¿por qué se empeñó a dejar a cualquier pivot en pista salvo a Reyes? ¿acaso le cae gordo?
En fin, que la cara de tontos que se les quedó me dio ganas de entrar en la pantalla y sacudirlos. Esperemos que Rudy se recupere pronto y acuda al rescate.
A ver si esta noche apañamos el asunto.

¡Y Reyes al quinteto inicial ya!



domingo, 30 de agosto de 2009

Tarde de domingo

¡Qué bien sientan los domingos vividos como tal!
Una se queda en pijama todo el día, que empieza tarde, por supuesto. Vaga por la casa tranquilamente, se ve unas pelis, escucha música, hace la comida, deja la casa lista y se tira en el sofá las horas muertas.
Un buen libro y algo para beber y a disfrutar de la tarde.
Lástima que después del domingo llegue el lunes y la rutina semanal.

martes, 11 de agosto de 2009

Un descanso para mis pies... ¡se lo merecen!


Y es que mi semana de vacaciones no lo ha parecido. Hemos tenido un plan bastante apretado:
- martes: a recoger a Sonia a la estación y llevarla a casa
- miércoles: a Ámsterdam
- jueves: Ámsterdam, Haarlem y La Haya, bajo uno de los días más calurosos y soleados que recuerdo en este país
- viernes: La Haya y Delft, y para casa
- sábado: íbamos a salir, pero necesitábamos que los pies se recuperaran un poco
- domingo: Maastricht
- lunes: Utrecht
- martes: Düsseldorf
Y todo ello acompañado de 525 fotos, billetes de tren a cascoporro, una tarjeta maestro fundida y 2 euros que nos han sobrado, como puede atestiguar una de las ya mencionadas fotos.
Necesito un descanso... mañana en la oficina.

domingo, 2 de agosto de 2009

Nos sacamos de paseo


Ayer nos fuimos de excursión al zoo. No fue la típica excursión de cole, con la mochila y el bocadillo, pero tuvo algo de aquellas salidas infantiles.
Hacía ya unos cuantos años que no pisaba un zoo, y la verdad es que no me puedo creer que hayan pasado más de 10 años desde entonces. Soy muy consciente de que ver un animal en una jaula de zoo, por muy disimulada que esté es como comerse una hamburguesa de tofu, pero menos da una piedra, ¿no?
Así que aprovechamos bien el día y nos pateamos el zoo de arriba a abajo. Empezando por los pingüinos de la entrada hasta los leones de la sabana metidos entre las perennes verdes praderas holandesas.

Vimos suricatos saludando, pájaros trotando por el camino, tortugas debajo de lámparas de calor, serpientes echando una cabezadita, chimpancés pescando hojas en el agua, monos saltando para nuestro deleite y jirafas a lo lejos.
También sentí cierta decepción ante las grandes expectativas que nos creó el propio zoo. Tanto bombo con el tigre para que luego lo viéramos desde una grandísima distancia a través de un cristal y de espaldas a nosotros. Es la gran venganza de los animales. Ellos están obligados a permanecer allí, pero eso no quiere decir que tengan que posar. Me irritó bastante la gente que no hacía más que golpear el cristal una y otra vez esperando a que el animal hiciera cucamonas ante su cámara de vídeo. Desagradable. Pero así es el padre que lleva a sus hijos al zoo.
Gracias a Esther tenemos un reportaje fotográfico de cada bichillo que había en el zoo y un gran recuerdo para todos los que fuimos. A ver si me pasa las cerca de 400 fotos que sacó. Yo me tuve que conformar con lo que aguantaron mis pilas alcalinas. Aquí algunos ejemplos.
Al final de la tarde estábamos destrozados, pero muy contentos, igualito que en las excursiones del cole.

sábado, 1 de agosto de 2009

Cuatro días

Buff, cuánto tiempo sin escribir por aquí. Lo tengo abandonado, así que a ponerse al día, que han pasado algunas cosillas interesantes por aquí.
Empezaremos por el Vierdaagse de Nijmegen, una marcha multitudinaria durante 4 días. Se celebra cada año y comienza siempre el tercer martes de julio. Por lo visto es el mayor acontecimiento mundial en lo que a marchas se refiere.
Los participantes recorren marchas de 30, 40 ó 50 kilómetros (según la categoría de sexo, edad, si son militares con o sin macuto) cada uno de los cuatro días.
El itinerario es el siguiente:
- El día de Elst.

- El día de Wijchen.

- El día de Groesbeek.

- El día de Cuijk.

Ver mapa más grande
Al llegar a Nijmegen, los participantes (de los que muchos son extranjeros, que por lo visto esto es famoso in the world) desfilan por Sint Annastraat (calle Santa Ana), que para la ocasión se rebautiza como Via Gladiola (ya que a los que van llegando les van dando flores).
A las personas que terminan se les da una medalla para indicar que han completado la marcha.

La ciudad está en fiestas desde el sábado anterior hasta el viernes. Como todo empieza oficialmente el martes, esa noche hay fuegos artificiales (con Barcelona de la Caballé y Freddie Mercury, en honor a Isaac) y cómo no, fuimos a verlos. Aunque estuvo lloviendo una gran parte de la noche, en el momento de los fuegos y después paró.
Es increíble cómo se pone aquello de gente. Las calles de Nijmegen están llenas de escenarios y de barras. Las calles huelen a cerveza todo el tiempo.

Y como hay fiesta, el tren se alarga toda la noche, bueno, también por las personas que tienen que caminar, que suelen salir temprano por la mañana para poder terminar pronto.

Una foto de la noche de los fuegos:

viernes, 3 de julio de 2009

Que salimos a nado... ¡una barca!

La que ha caído hoy....
Llevamos un par de semanas de calor holandés, que se traduce en unos veintitantos grados y bastante humedad.
Hoy se presentaba caluroso y a las 2 de la tarde ha caído un buen chaparrón, pero ha parado pronto.
A las 4 de la tarde ha vuelto a empezar y todo tenía pinta de ser como el anterior, pero ha seguido sin parar y en cierto momento las nubes eran tan grises que parecían negras. De repente se ha puesto todo oscuro, tanto que no se veían las copas de los árboles a través de la ventana.
Ha venido un compañero de la oficina a decirnos que desde su ventana las nubes que venían eran mucho peores, y sí, así era. Cualquiera diría que estábamos en pleno invierno.
Ha seguido lloviendo torrencialmente hasta que estando sentados en nuestra oficina he empezado a oír como un chorro de agua caía en alguna parte. He ido a la oficina de al lado, desierta hoy y me he encontrado una gotera que salía de los paneles del techo, en concreto de donde estaba uno de los fluorescentes. Pero no ha parado ahí la cosa, que mientras ponía la papelera en el sitio de la gotera se ha oído como en la otra punta del pasillo Willy empezaba a dar gritos, y es que en su despacho había otra gotera igual o peor.
Demencial, aquello ha empezado a echar agua sin parar, se han caído los paneles, hemos tenido que cambiar el mobiliario, desenchufar todo y quitarlo de la zona acuática. La moqueta de Willy está como para que le crezca de todo.
Y mientras seguía lloviendo.
Resulta que en la planta baja el agua se estaba saliendo de los baños y la cantina se ha inundado. Una de las paredes frente a la smoking room estaba empapada y el agua salía por todas partes.
La entrada estaba inundándose, y las motos que estaban aparcadas ahí estaban con las ruedas que casi ni se veían.
A todo esto las recepcionistas estaban llamando por megafonía como locas a los de mantenimiento.
Cuando ha parado un poquito hemos aprovechado para irnos en el coche de Teresa, menos mal porque la casetilla de las bicis estaba inundada, mañana habrá que ir a rescatarlas (menos mal que la mía ya está toda oxidada...)
Y cuando por fin hemos salido de la oficina resulta que el parking estaba hasta arriba de agua, así que de tripas corazón y con el agua hasta más arriba de los tobillos, sic.
Al llegar a casa resulta que los pisos bajos se habían inundado y la calle estaba que parecía un pantano. Así que aquí os pongo unas fotos del momento.
Ahora entiendo las inundaciones de verano de Centroeuropa...



domingo, 21 de junio de 2009

Llegó el verano, pero no lo parece

Y es que llevamos unas semanas que no parece que llega el verano. El sol es bastante tímido y no se atreve a salir del todo.
Nublado casi todos los días, aunque el jueves nos fuimos a comer a Boxmeer en lugar de la cantina y nos pegó el sol, como mi brazo derecho puede atestiguar, ahora que está más moreno que el izquierdo (bueno, está moreno para los estándares del poco sol que hay aquí, porque en España seguiría siendo "moreno flexo").
Una fotito desde la ventana:

jueves, 18 de junio de 2009

Mi "nueva" bici, segunda parte

Bueno, pues hoy ha tocado seguir arreglando la bici. Por lo menos el día de hoy ha sido bastante decente y ha pegado bien el sol.
Con la herramienta que ha traído Isaac (una llave inglesa que pesaba como 5 kilos y era tan grande como mi antebrazo... ¡o más!) y la que tenemos en casa, Esther y yo hemos dado cuenta de la rueda de atrás... previo desmontaje del guardabarros trasero, ya que la tuerca oxidada no hay quien la quite, así que a lo bestia hemos sacado la rueda y desmontado el neumático. Nuevamente la suerte ha acompañado y la cámara estaba intacta.
El gran problema ha sido volver a montar todo, reglaje de frenos incluido, ya que rozaban constantemente contra la rueda, y como podemos esperar, no es muy recomendable.
Al final la he probado, y aunque mañana puede ser que me piñe un poco ¡podré volver a ir en bici al curro!
Somos unas machotas, arreglando la bici y sin tíos de por medio, que lo único que ha hecho Isaac aparte de traer la llave, ha sido cargarse un hierro de los que sujetaban la parrilla de atrás de la bici.
Lo peor de la tarde: me he dado un golpazo contra uno de los radios de la bici en el índice derecho y tengo un huevo verde.
No puedo hacer algo sin conseguir un huevo verde ¬¬




miércoles, 17 de junio de 2009

Mi "nueva" bici

El lunes tuve que devolver la bici que me habían prestado hasta ahora y me busqué una alternativa.
Me compré una de segunda mano para reparar. Una ganga, vamos. Y como ayer diluvió cosa mala, me he dispuesto hoy a repararla.
He comprado 2 neumáticos nuevos (bueno, los ha tenido que pagar Esther porque se me ha estropeado la banda de la tarjeta, pero eso es otra historia), me he puesto la ropa de batalla, he cogido las herramientas y al toro...
La rueda de delante se ha dado bastante bien, además, he tenido la suerte de que la cámara está bien y tengo una rueda arregladita... ¡por mí!
En cuanto a la rueda de atrás... pues no he podido desmontarla, está tan oxidada la tuerca que no hay dios que quite eso. Necesito ayuda... y mañana viene la caballería a ayudarme, a ver si lo conseguimos.
La verdad es que me hace bastante ilusión arreglar la bici, aunque esté naranja de óxido y poblada por más insectos que toda la selva amazónica.
No tengo foto de la paciente, pero ya intentaré subir alguna cuando esté más presentable...

domingo, 7 de junio de 2009

Una de espárragos

Aunque la temporada de espárragos empezó hace ya unas semanas, he de decir que aún no los había probado. Un desperdicio, porque están para morirse de buenos.
¡Por fin algo típico holandés para comer que me gusta! Es más, me encanta.
Así que ahí va una receta de espárragos holandeses.

  • 2 atados de espárragos
  • Para la salsa:
  • 3 yemas
  • 2 cditas de harina
  • 1 tacita de agua
  • Jugo de medio limón
  • 150 gr. de manteca
  • Sal y pimienta
Limpiar los espárragos y lavarlos, atarlos en manojos y hervirlos en agua, sal y jugo de limón, 20 minutos, escurrirlos y mantenerlos al calor.
Salsa: Colocar en una cacerolita las yemas y la harina, mezclar muy bien, incorporar el agua, llevar a baño de María y batir constantemente hasta que se vea muy espumosa y comience a espesar, en ese punto y sin dejar de batir, agregar la manteca blanda en pequeñas cantidades, continuar batiendo hasta obtener una salsa cremosa.
Retirar del calor.
Condimentar con sal, pimienta y el jugo de limón.
Colocar los espárragos en una fuente caliente, rodearlos de tostadas enmantecadas, cubrir con la salsa y servir inmediatamente.

Eet smakelijk!

jueves, 4 de junio de 2009

Me estoy holandizando

Sí, así es. Estoy transmutándome.
Ha sido gradual y apenas lo he notado, pero ya me estoy convirtiendo...
Al principio comía con un vaso de agua, luego empecé a coger un vaso de agua y otro de leche para el postre. Y ya por fin me he convertido y como con 2 vasos de leche, como ellos.
Hasta me estoy adaptando a las temperaturas. Allí donde mi hermana en París tenía frío y se ponía la sudadera, yo estaba encantada con el calorcito y estaba en manga corta.
Y ya la bici parece parte de mi cuerpo...
Dentro de poco se podrán distinguir otros rasgos característicos como son:
- llevar la camisa arrugada como una pasa
- cuidar del jardín hasta extremos patológicos
- montarme a la bici en movimiento (bueno, esto costará, si es que llega a producirse, ya que soy un pato mareao encima de una bicicleta)
- cortar los sandwiches sujetándolos con el tenedor, pero SIN pincharlos (de esto ya hablaré otro día)

sábado, 16 de mayo de 2009

Lloviendo en el jardín

Vuelve el mal tiempo.
Ya me había empezado a acostumbrar a que los días fueran más luminosos (todo lo que se puede esperar en el país), a que hiciera frío, pero soportable y que no lloviera.
Pero, claro, eso era bastante anormal según los holandeses. Que las últimas semanas fueran tan secas estaban obligando a mi jefe a regar las plantas del jardín que tan primorosamente cuida (va en los genes holandeses; los jardines aquí están cuidados al detalle, ni una mala hierba ni una rama fuera de sitio).
Pues todo ha cambiado, desde el jueves por la noche que empezó a diluviar por la noche no ha parado casi. Ahora mismo mis ventanas están chorreando. Menos mal que no me dió por limpiarlas, porque para qué...
Y parece que la cosa va a seguir así toda la semana.
Como mi habilidad con la bici no ha aumentado demasiado, aún no soy capaz de llevarla con una mano en el manillar y otra en el paraguas, así que me toca mojarme. Y que conste que ya soy capaz de indicar con el brazo a qué lado voy a girar muy bien. Incluso a la derecha, que era lo que peor se me daba. Ya no me inclino peligrosamente :D
Aquí os dejo la previsión del tiempo para Boxmeer:

lunes, 11 de mayo de 2009

Tira lejos tu televisor

En general la televisión holandesa tiende a ser bastante mediocre. Lo único bueno que tiene es que no doblan nada, así que tanto series como películas americanas/inglesas las puedes entender.
Los fines de semana son algo surrealista. El primero que decidí encender la tele no salía de mi asombro. Digamos que hay 8-9 canales principales, pues TODOS rellenan la mañana del sábado y el domingo con la teletienda.
Pero claro, como en este país amanece tan temprano, mi cortina es amarilla y la cama está junto a la ventana, pues no puedo seguir durmiendo, y me pongo la tele.
Dan ganas de tirar la tele por la ventana. ¡Ah, no espera! Que ya no puedo hacer eso ya que esta mañana han venido los de facilities a colgarla de la pared. Claro, como esto es tan canijo hay que ahorrar espacio y mi maxi pantalla de 32 pulgadas parece ahora un jamón. Que digo yo que ya se podían haber ahorrado el pastizabal de la pantalla plana y arreglar la buhardilla.
Ah, no, que son holandeses ¬¬
Menos mal que tengo un ordenador y alguien inventó megavideo...

domingo, 3 de mayo de 2009

Esclava del semáforo

¿Cómo es posible que cada vez que llego a un semáforo en rojo y me paro, justo en ese momento en que me detengo del todo, cambia a verde?
Siempre me pilla el cambio dándole la vuelta a los pedales. No falla.
Y si digo, no hombre, no, esta vez no me pilla. Empiezo a ir suuuuper despacio y al final tengo que dar el frenazo para no saltarmelo en rojo, justo para que en ese momento del frenazo se ponga en verde.
Creo que tienen cámara oculta y que me están vacilando.

sábado, 2 de mayo de 2009

Se me inunda la casa

No es algo que tenga especial dificultad si tenemos en cuenta las dimensiones del apartamento.
Esta mañana hemos ido a Nijmegen a ayudar a Sandra con su mudanza e Isaac ha venido a buscarme. Con las prisas he cerrado deprisa y corriendo el grifo de la ducha y nos hemos ido.
Cuando he vuelto unas cuantas horas después se oía chorrear el grifo, con la mala suerte de que hoy he dejado la cortina de la ducha recogida.
Conclusión: el baño inundado del agua que ha ido salpicando. Menos mal que tengo la fregona al lado.
La próxima vez me compro una barca...

viernes, 1 de mayo de 2009

Las 4 bicis

Hoy para mí ha sido un primero de mayo poco habitual.
Ayer, día de la reina, fue festivo en Holanda. La gente cuelga la bandera holandesa y el pendón naranja y sale a la calle a beber como cosacos vestidos de naranja. Aquí cualquier excusa es buena para emborracharse en la calle.
Aunque el verdadero protagonista del día fue un Suzuki Swift.
Y hoy vuelta al trabajo. Sí, sí, al trabajo, puesto que en este país no hay día del trabajador. Aunque muchos compañeros se han cogido vacaciones hoy para tener un puente. El panorama en el pasillo de R&D esta mañana era desolador: solo 8 personas, de las cuales nada más que 2 holandeses...
Mi jefe Hans se fue la semana pasada de vacaciones y no vuelve hasta el jueves (qué vidorra, madre) y Esther hoy iba a recoger a sus padres al aeropuerto, así que he estado sola con Ellen en la oficina.
A la hora de la comida hasta la cantina estaba solo abierta a medias y ha sido el día de las sobras de otros días.
En cuanto al resto del día, pues he terminado el trabajo pendiente y cuando han llegado las 5 he salido pitando de allí. Hoy en la caseta para aparcar las bicis sólo había 4, de los 4 gatos que estabamos ahí.
Cuando he salido por no cruzarme por delante de un camión (aunque me daba tiempo) luego casi me lleva por delante un Beatle, en una curva cerca de casa casi me atropella un loco y al intentar tocar el timbre de mi bici casi me rompo una uña (ya, ya, no se me ha roto porque las llevo al rape, pero de verdad que este timbre no vale para nada, la próxima vez que lo necesite gritaré tin, tin, a ver si cuela).

miércoles, 22 de abril de 2009

El malabarista

Era alto y llevaba 3 tazas de café. Ya sabemos que aquí lo beben como quien bebe agua. Pero no era eso lo que llamó nuestra atención.
Debía ser el último que salió de la oficina, o era el que estaba más abajo en la escala social de entre sus compañeros, o quizá era el más amable de todos.
Era guapo. Vestía pantalón vaquero y camisa blanca, sin planchar, por supuesto, porque parece que en estas tierras le tienen alergia a la plancha, o creen que queda muy bohemio y chic, o simplemente les importa un rábano ir como adanes.
En una mano sujetaba el maletín del portátil, en la otra, en precario equilibrio, 3 tazas con sus platos. Pero no 3 platos y encima 3 tazas. No. Le gustaba el riesgo. Se preparó la perfecta secuencia plato-taza-plato-taza-plato-taza.
Y ante nuestra perplejidad esbozó una esforzada sonrisa que hizo que tintineara peligrosamente la torre de pisa que llevaba en su mano derecha.
Si nos llegamos a reír se le cae todo. O no...



martes, 21 de abril de 2009

Mi nuevo compañero de piso

Se llama Solsta y viene de Suecia. Al principio le ha costado un poco entrar en casa, es un poco tímido y ha necesitado la ayuda de Esther, Gustavo, Isaac y mía, pero por fin ha entrado.
Le he tenido que hacer sitio, ya que en mi minipiso está la cosa complicada, pero sacando el sofá viejo ya tenía suficiente espacio para él.
La verdad es que ha sido difícil hacernos con él, es tan complicado... Necesita que le aprieten un poco las tuercas, pero me va a hacer la vida más fácil, o eso espero.
Aquí os incluyo una instantánea del sueco...

domingo, 19 de abril de 2009

El escaparate holandés

El tema en el que nos centraremos en el día de hoy es la ventana holandesa. O como me he acostumbrado a llamarla, el escaparate.
Hay gran variedad de diseños en cuanto a casas en Holanda, algunas muy bonitas, y especialmente grandes. Pero existe un denominador común: el salón ocupa de pared frontal a trasera la casa y tiene 2 ventanas que ya las envidiarían las tiendas de preciados. Paseando por la calle eres capaz de ver lo que hace el holandés en el salón de punta a punta, más el pasillo o habitación que esté al lado del salón, y cómo, no, el jardín.
Impresionante, oye. No hay apenas privacidad porque tampoco suelen poner cortinas muy tupidas. El vecino siempre sabe lo que estás haciendo. Vamos, como para salir en cueros de la ducha xD
Pues resulta que todo esto viene porque son protestantes, que no creen en el perdón de los pecados. Por eso siempre están enseñando lo que ocurre en su casa, no tienen nada que esconder y lo muestran al mundo como si de un lienzo se tratara. Costumbres holandesas. Yo por mi parte no pondría un escaparate en mi salón, si me apetece tener la casa hecha una leonera es sólo cosa mía.

martes, 14 de abril de 2009

Pateando por Colonia

Este sábado pasado Esther, Isaac, la becaria francesa (que se llama Mondi, bueno, así se dice, ya como se escriba será bastante diferente) y la que suscribe nos fuimos a Colonia a pasar el día.
El tiempo acompañaba y no necesitamos ni el abrigo, cosa que después de la lluvia-que-no-es-lluvia holandesa se agradece y mucho.
Ah, sí, ¿qué es exactamente la lluvia-que-no-es-lluvia? Tú sales del trabajo y ves que está nublado (como siempre) y que parece que hay como una nieblina. Nop. Es lluvia. Pero no es lluvia. De hecho, si abres el paraguas o sales volando o se te da la vuelta, porque aquí la lluvia se acompaña siempre de un viento capullo que va orientandose siempre de forma que te de la vuelta al paraguas. Es inútil evitarlo. Lo más sensato es llevarlo cerrado.
Pero ahí precisamente está el problema. La lluvia-que-no-es-lluvia te engaña y piensas que es solo un leve chispeo de nada, que llegarás a casa o al bar antes de que empiece a apretar de verdad (cosa que pocas veces ocurre) pero al cabo de 10 minutos estás calado sin remedio.
La lluvia-que-no-es-lluvia es la más puñetera de las lluvias. Se graduó en "Cómo mojar sin que lo noten, especialmente en los pantalones"
Bueno, que me voy del tema. Colonia. Me gustó mucho. A lo mejor influyó el Bratwürst que nos comimos, o la cervecita al lado del Rhein tomando el sol, o las vistas desde la catedral, o las calles interminables llenas de tiendas, o que por fin volví a comer Berliner (ñam).
Pero el caso es que triunfó.
Lo peor fue que cada vez que intentaba hablar algo con mi oxidado alemán me contestaban en inglés (Verdamt!)
Y ahí va una foteja del Dom, y otra de la velocidad punta en las carreteras alemanas (nos adelantó el coche de policía, que conste).

jueves, 9 de abril de 2009

Canción para la tarde

Va perfecta con el día que tenemos hoy en Boxmeer:

Vetusta Morla - Al respirar
Te he dejado en el sillón
las pinturas y una historia en blanco.
No hay principio ni final,
sólo lo que quieras ir contando.

Y al respirar intenta ser quien ponga el aire,
que al inhalar te traiga el mundo de esta parte.

Te he dejado en el sillón
las pinturas y una historia en blanco.
Yo me marcho a otro lugar,
puede que el viaje sea largo.

La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
y un nudo entre las manos.
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real,
todo en el mismo barco.

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme.

Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez quizá será mejor marcharse.

Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...

Un torrente en el cuarto

Cada vez que me pasa algo nuevo en el apartamento me viene a la cabeza la película Esta casa es una ruina (y ese pavo volando).
Ayer me bajé al cuarto de la lavadora y la secadora a lavar mi ropa. Y digo cuarto cuando en realidad no lo es, es un rinconcito que hay al lado de la entrada y que da a la puerta de algún cuarto que desprende un calor antinatural (pensé que sería la caldera de la calefacción, pero conociendo a estos holandeses lo mismo es una mini planta de compost).
En fin, que cuando me fui a recoger la ropa y abrí la puerta se salió el agua y se inundó el suelo, que mis reflejos están bastante bien, pero no como para que no cayera nada. Ya me veía tendiendo la ropa en la bañera, pero al volver a centrifugar tiró toda el agua que quedaba dentro.
Y es que efectivamente la casa es un poco ruinosa y nada funciona a la primera. He descubierto que si no utilizo el gas de la cocina durante un par de días el calentador no se enciende porque no le llega el gas.
Qué casa más buena me ha tocado, eh? Encima antes de ayer mi vecino de la izquierda pensó que las once de la noche era el momento ideal para taladrar la pared...

jueves, 2 de abril de 2009

Mijn nieuw huis

Vaya, cuánto tiempo sin pasar por aquí...
La mudanza fue un poco intensa: el viernes 20 la de recursos humanos nos soltó las llaves sin preaviso y nos dijo que el lunes teníamos que devolver las llaves de la antigua casa. Además que nos entregó las nuevas a las 4 y media de la tarde (salimos del trabajo a las 5).
Primera impresión de los miniapartamentos (eso de mini es un eufemismo, of course, porque deberían ser hipercanijos): nos quieren meter en un agujero.
La parte de abajo es pequeña y es al mismo tiempo cocina y salón. El baño está aparte y aquí viene lo peor: la habitación está en la buhardilla.
Esto último no sería tan grave si no tuvieramos en cuenta que: la buhardilla no está bien aislada, por lo que oyes al vecino y casi le tocas, te entra la luz por la mañana a través de las tejas y que no hay ventana. Además llamarlo habitación es demasiado, ya que solo entra la cama y si te descuidas te caes por el agujero de la escalera, ya que es la típica escalera de buhardilla, de esas de madera que se pliegan y aparecen tras un rectángulo en el suelo.
Mi compañera dijo que ella no se metía a dormir en ese zulo ni loca, y la ayudé a bajar el colchón abajo. Yo por mi parte dormí 3 noches ahí y no pienso repetir.
Con ayuda de nuestro jefe desmontamos las camas y las bajamos al piso de abajo. Conclusión: nuestro apartamento es al mismo tiempo: cocina, salón y habitación.
Y yo sólo me repito: solo son 5 meses, solo son 5 meses.
Ah, y no solo esto, que aún no tenemos internet. A mi casa vienen el 10 de abril, tengo mono ya de poder abrir mi correo normal, que desde el trabajo no puedorl!! Así que si estáis esperando alguna respuesta, sorry, hasta el 10 de abril (espero) nada.
Lo que más vale de mi huis (casa en holandés) es la tele plana que me han puesto. Bueno, y mi presencia claro :P

domingo, 15 de marzo de 2009

Mi caaaasaaaa

La que de momento es mi casa, hasta que nos mudemos en breve, está en el centro de Boxmeer. En ese aspecto no nos podemos quejar, estamos justo al lado de la "gran vía" boxmiriana.
Vivimos en la azotea. Son casas de 2 plantas pero que tienen la puerta en el tejado. Lo sé, es un poco difícil de entender, pero digamoslo así: imaginad que tenemos el día en los bajos del bloque y que los pisos están sobre el tejado. Tenemos la puerta del portal a nivel de calle, pero luego hay que subir la escalera que da al tejado, que es donde están las casas.
Además de un supermercado justo bajo nuestra casa tenemos la iglesia al final de la calle, así que no nos hace falta reloj para saber la hora, ya que da las campanadas. Además como mi despertador no sobrevivió al viaje me viene bien, así siempre sé qué hora es. Para despertarme ya necesito ayuda del móvil (yo que era de las que por la noche lo apagaba siempre, eso se acabó).
Pero ya contaré como será mi nueva casa, ya que en un par de semanas nos mudamos...
En el plano, la situación exacta de mi home.

lunes, 9 de marzo de 2009

Los pies en los pedales

Hoy, por fin, he estrenado la bici.
No es mi bicicleta, en realidad. Solo un préstamo de Román, que me ha dejado la suya mientras él usa la de su hermano que está en Pekín.
La tenía desde hacía un par de semanas, pero Esther la necesitó para ir a la granja porque la suya estaba pinchada y yo sólo tardo unos 10 minutos andando al trabajo.
La semana pasada tampoco la usé porque tenía un catarrazo que no paraba de toser. Bueno, aún sigo tosiendo, de hecho tengo la cabeza que me va a explotar de tanto toser. Cuando me agacho para recoger algo me pesa miles de kilos.
Y hoy por fin me he decido a coger la bici. Ayer me fui al sótano donde tenemos nuestro garage particular para bajarle el sillín. Hice todo lo que pude, pero incluso en el punto más bajo sigo teniendo que ponerme de puntillas para tocar el suelo, lo que es un problemón, porque no soy precisamente Induráin (Miguelón!!) con el vehículo de dos ruedas...
Esta mañana para ir a la oficina me he apañado la mar de bien... hasta que he llegado a la verja y he tenido que frenar para acercar el pase a la puerta. Como no me llegan los pies digamos que he frenado chocandome contra la verja.
Una vez que he cumplido con mis 8 horas de trabajo (hoy he tenido una reunión justo después de comer que ha durado 3 horas. Sí, estás leyendo bien, 3 horas. En concreto de una a cuatro de la tarde) he cogido la bicicleta del aparcamiento y me he dirigido a la salida. En este caso ya no hace falta acercar el pase, si no que hay una especie de pulsador de concurso para abrir. Pues al ir a darle me he inclinado demasiado y casi me caigo. Es ahí cuando para no caerme he hecho un quiebro que ha acabado con mi rodilla izquierda golpeando la rueda de la bici (o lo que fuera de la bici, pero un daño...), así que he decidido que a partir de hoy saldré andando haciéndola rodar.
Ir en bici por la calle es una experiencia. Vas con la sensación constante de que en cualquier momento vas a morir, ya que los coches pasan a tu lado constantemente, y a la hora de girar en las calles te cruzas por delante.
Pero a parte del chute de adrenalina que llevaba esta tarde (y que me ha ahorrado el dolor de rodilla un ratito) lo que tengo es una flojera de piernas que me va a durar toda la semana.
Necesito una bici de mi tamaño...

miércoles, 4 de marzo de 2009

Los ecológicos

El tema de hoy es el reciclaje en Holanda.
Comencemos por la separación de los residuos: por un lado el papel, por otro el vidrio, la basura orgánica y lo que conocen como "el resto". Interesante eh? Nada de plásticos, latas y envases. No. El resto. Pues ya os haréis idea de lo que se recicla por aquí.
Para empezar solo hay contendores de vidrio y el de la basura orgánica. Para este último hace falta una especie de llave enorme para abrir la tapa. Se debe tirar la basura directamente desde el cubo de la basura, cualquier día de la semana. Nosotros lo echamos en bolsa porque nos parece una guarrada eso de tener el cubo todo el día lleno de mierda. Así que para que no nos pillen bajamos la basura de noche y así no nos ven.
El cartón: se recoge el tercer sábado de cada mes. Tenemos cartón y papel acumulado desde hace más de un mes, porque la última vez que lo recogían se nos olvidó. Se deja así suelto en la calle, ya lo recogerá alguien.
Los plásticos: se recogen cada 2 semanas, los lunes. Bueno digo plásticos pero no lo son. Para tirar el resto de la basura hacen falta unas bolsas azules especiales que te venden en el super por un ojo de la cara (unas 20 bolsas por 11 euros, que encima llenamos como 2 bolsas o más a la semana). Se dejan en la calle igual que el cartón. Nos sentimos como los Reyes Magos, que pasan por la noche a dejar el regalo, solo que en vez de regalo es basura.
Como comprenderéis hace falta espacio para todo esto, ¿no? Somos afortunados y tenemos una terraza bastante maja.
Parecemos los gitanos de como está. Entre las toneladas de cartón y las miles de bolsas que hay por la terraza parece que tenemos diógenes. Menos mal que hace frío y aún no ha llegado la legión de insectos que se pondrán las botas en nuestra basura.
Miedo me da que llegue el calorcillo de primavera.

domingo, 22 de febrero de 2009

Esto son una vasca, un catalán y una madrileña...

Suena como el principio de un chiste, ¿no?
Este fin de semana se celebra el carnaval, y en el sur de Holanda se festeja por lo grande. Tradicionalmente, el norte de Holanda es protestante y allí no celebran nada, pero en el sur esto es un fiestorro. La fiesta dura del viernes por la noche al lunes, aunque en algunos sitios también se lleva lo de la sardina.
Aquí en Boxmeer lo más famoso es la carrera de caballos conocida como Metworst, que se celebra el lunes de carnaval y a la que iremos, disfrazados, por supuesto, los chicos de Wally (de ¿Dónde está Wally? por si alguien no lo sitúa) y las chicas de chinas (tengo ventaja en eso :P). Ya haré mi crónica y contaré un poco de la tradición.
Pero centrándome otra vez. Los carnavales son una fiesta grande en el sur de Holanda, y ayer nos fuimos Paula, Isaac y yo a Eindhoven a casa de un amigo de ella que vive allí desde hace unos meses. Otro madrileño.
Increíble como estaba anoche aquello. No te había ni hueco para poner el pie. Cuando normalemente aquí la gente sale, sí, pero muy temprano y no hay una animación brutal (exceptuando Amsterdam, pero eso es otro tema). Todos los holandesitos iban disfrazados. Todos. Daba igual de qué. Y con un par sin abrigo. Daba igual ir de hawaina, que de troglodita, que de escocés o de campesina. Ni medias ni abrigo ni ná. A quemar grasas.
Y hoy a reponer fuerzas, que mañana empieza la fiesta a las 9 de la mañana.

Gastronomía holandesa

Inexistente.
Me explico: lo que viene a ser comida típica holandesa existe, pero no podríamos decir que sea parte de la cultura. Todo es rebozado, cualquier cosa. Carne, pescado, verduras, TODO. Con forma de rollo y frito.
Ir cada día a la cantina es una aventura, no sólo porque no entendamos el menú, que está escrito en holandés (que siendo una multinacional con tantos extranjeros en las oficinas, ya lo podían poner también en inglés), sino porque quien sabe lo que se encuentra dentro de ese rollo. Yo he sido toda una valiente y he probado unos cuantos, pero es que siendo sincera, todo me sabe igual. Sea carne o verdura, todo sabe a especias. Como la sopa.
Aparte de los rebozados, todos los días tenemos 2 tipos distintos de sopa. Si hay suerte una será una crema. Pero el día que vi la sopa de espárragos... Digamos que las sopas aquí son agua con un montón de especies y luego flota el supuesto ingrediente principal; que es de espárragos, pues estos flotan, que es de champiñones, pues eso...
Luego están los sandwiches. En serio, cómo puede ser que personas tan altas se alimenten a base de un sandwich raquítico, sopa y un vaso de leche. Misterios sin resolver.
Yo por mi parte intento comer lo mejor posible, pero es que eso de comer a las 12 y salir del curro a las 5... se hace la tarde interminable.
Menos mal que tenemos máquina de café y me bebo unos cuantos chocolates al día.
Los holandeses soportan el día a base de cafés. Que beben café como quien bebe agua. Supongo que no será café muy bueno, porque como si fuese como el español o no pegaban ojo en toda la noche o se iban por la pata abajo.
Así que ya sabéis cuál es la dieta del holandés: sandwich y café.
Salen baratos, oye.

martes, 17 de febrero de 2009

Otras huellas españolas


Como ya dije anteriormente, esto está plagado de españoles. La razón: en este pueblecito se concentran 3 grandes empresas relacionadas con los animales.

El hecho es que toda una horda de becarios tanto veterinarios como ingenieros agrónomos ha pasado y pasa por aquí.

Empecemos por los becarios de este año: Pascual, mi compañero de oficina, veterinario como yo. Ambos trabajamos en el departamento de calidad y vamos a hacer algo que aún no tenemos demasiado claro... Esther, casi ingeniera agrónoma que lleva aquí desde el año pasado y ha sufrido el invierno holandés, está preparando su proyecto en la granja de cerdos experimental. De Fuenlabrada. Ambos son mis compañeros de piso, junto con Rafa, un chico de padre español y madre holandesa que habla el español como un guiri y que está aprendiendo más que en toda su vida xD. También es becario, pero de marketing o algo así. El otro becario del grupo es Isaac, de Manresa pero veterinario hecho en Zaragoza (habla como con acento mañico con cierto deje catalán, imaginaos). Él está haciendo algo para el doctorado; vive en la granja de vacas, que está cerca de la de cerdos, donde curra con Esther.

Y ahora vamos con los exbecarios que se quedaron por aquí... Fernando, ingeniero agrónomo que trabaja en la granja de cerdos, con Esther e Isaac. Fernando (otro) que está en la misma planta que yo y que también es ingeniero. Teresa, que está justo en la oficina al lado de la nuestra trabajando en patentes y esas cosas. Veterinaria de Asturias que se fue para Madrid a estudiar y a Holanda a currar. Comparte oficina con Helena, portuguesa pero vamos, que la casi podemos incluir en el grupo. Javier creo que fue también becario, y ya lleva más de 5 años trabajando aquí. Rubén, otro veterinario asturiano lleva también un tiempo por aquí y también está en la planta de los españoles xD. No sólo es que hay una tropa grande de españoles, es que encima muchos de los trabajadores de la oficina han pasado un tiempo en España, así que hay que tener cuidadín con lo que se dice por aquí.

Además de todos estos también tenemos a Isa, a Sandra, la novia del primer Fernando, a Román, de padres españoles, que se vino a vivir a Holanda con 5 años y que habla el español con una mezcla de acento guiri con andaluz (sí, de vez en cuando te suelta un "o arrgo así") y a Paula, que sinceramente, no sé donde trabaja, pero es que a mi favor diré que les conocí el viernes...

Y para despedirme, una fotito de la calle principal de Boxmeer. Mi portal da justo enfrente al bar...

jueves, 12 de febrero de 2009

Los cerdos también beben

Bueno, ya estamos otra vez por aquí.
El martes por la tarde el jefe de departamento (Reinder) nos echó una charla de 2 horas (sí, 2!) sobre la empresa y lo que hacían en Quality affairs, que por cierto es el departamento en el que estoy currando. Así a mitad apareció Hans y habló con Reinder y este nos dijo así sin venir a cuento que nos invitaba a cenar.
Y a cenar con los jefes que nos fuimos ayer Pascual y yo. Vaya día más largo. Primero nos tocó la charla otra vez, pero esta vez por parte de Hans. Luego unas cuantas horas de oficina que parecían que nunca acabarían. Es que eso de comer a las 12 de la mañana y casi nada hace que el resto del día se alargue sobremanera.
Cuando salimos de la oficina nos fuimos con Hans a tomar algo hasta que llegara al restaurante Reinder. Una cervecita y a cenar (salimos de currar a las 5 y media, así echad las cuentas).
La cena: casi salgo rodando. Los holandeses comen poquísimo (lo que viene a ser un sandwich escuálido y un vaso de leche; todos los holandeses comen con un vaso o dos de leche, es para verlo, en serio) pero a la hora de cenar se ponen hasta arriba, madre mía...
Lo bueno de la cena es que no fue la típica cena con el jefe. Nos estuvieron preguntando algunas cosillas para conocernos más y luego estuvieron contando anecdotas del curro. Y de ahí viene lo de los cerdos (o qué os habíais pensado...).
Los ganaderos siempre están intentando aprovechar todo lo que sea barato para alimentar a los cerdos. Así que una vez les preguntaron que cuánto vino podían tomar por cabeza y día. Y resulta que los cerdos se comportan como las personas: un 90% se emborracha de la forma tranquila, es decir, que se echan una siestecilla, y el otro 10% se pilla las cogorzas violentas, vamos que son los hooligans porcinos.
Así que ya sabéis, en época de escasez de comida, cuando veáis que los camiones de vino barato van a zonas de cría de cerdos es para ponerles contentillos.
Y hablando de cerdos, mañana voy a visitar la granja que tiene la empresa a las afueras de la ciudad... a ver qué tal la experiencia.

martes, 10 de febrero de 2009

Poniendo pie en tierra holandesa

Pues aquí estamos. En las tierras bajas (y tan bajas, una que viene de Madrid a tanta altura sobre el mar y aquí estamos a tan sólo 16m. sobre el nivel del mar). El viaje comenzó bien tempranito con el sonido del despertador a las cinco y media de la mañana, para ya se sabe, estar 2 horas antes en el aeropuerto. Una vez descargado el maletón de 25 kg. en el mostrador, tras haber timado a la azafata presentándome solo con mi mochila (de unos 6 kg.) consigo deshacerme de un peso. La verdad es que de equipaje de mano llevaba, atención: la susodicha mochila, el trolley de unos 10 kilitos de ná, el portátil y la gabardina en la mano. Menos mal que mi asiento era el 22D y pude embarcar de los primeros, porque encasqueté todos los bultos como una campeona antes de que llegara un grupo de músicos chilenos que terminaron de invadir los maleteros.
El vuelo, con azafatos, todos, ni una mujer. Salimos con una horita de retraso porque por lo visto alguien había facturado su maleta pero no se presentó al vuelo (sí, hay personas de ese tipo que se levantan por la mañana y piensan "hoy me voy a gastar una pasta para que me busquen por el aeropuerto, a ver si aparezco o no", vamos de esos que les gusta la intriga). Llegamos por fin a Amsterdam a las 12 y pico de la mañana y salí corriendo a por mi maleta.
Ya con todos los bultos acoplados más mal que bien me fui en busca de la estación de tren. Otro momento estresante, con mi visión túnel que tan bien me caracteriza en esos momentos, me dirijo a las máquinas automáticas y con horror compruebo que sólo se pueden comprar billetes con tarjeta o con monedas (sí amigos, aquí el billete no ha llegado). Me volví loca hasta que decidí preguntar al chico más guapo de todos los que estaban por allí comprando su billete (que una será una estúpida a la hora de encontrar las cosas, pero tonta no :P) y le pregunté. Y así llegué a la taquilla para encontrarme con la bruja del oeste que me hizo entrega de mi billete hacia Boxmeer.
Ya una vez en el andén comí algo (habiendo desayunado a las 6 de la mañana y siendo la una de la tarde ya no sabía ni lo que el estómago era). Y esperé al tren. Con mi super fuerza fui capaz de subir mis trastos al tren y empaquetarme como pude en un asiento solita para no estorbar a la gente.
Bajada en Nijmegen (que se dice como "naimejen") y búsqueda del tren que me llevaba a Boxmeer.
Boxmeer es un poco como el culo de Holanda, o eso pensé nada más bajarme del tren, porque no tenía ni una raya de cobertura en el móvil. Crucé la vía del tren y allí estaba esperandome mi jefe, Hans, que cuando me subió la maleta a su maletero lo flipó en colores y me preguntó cómo la había subido al tren...
Ya en la oficina ronda para conocer a toda la gente (de la que ya no me acuerdo, salvo de los españoles, que aquí somos legión) y luego para casa con mi compañero de oficina y casa, Pascual, que es también veterinario (que por aquí hay superpoblación de vetes).
Cuando mi compi me ayudó a subir la maleta a la casa lo flipó en colores y me preguntó cómo la había subido al tren...
Claro, hoy tengo unas agujetas que me muero, pero vamos, bien.
Esta mañana vivimos la experiencia de ir a Hacienda a por el número de la seguridad social y que el funcionario te sepa hablar en inglés (imaginaos si eso puede ser posible en España xD) y de abrir cuenta en el banco que más risa nos causa a los españolitos: el Rabobank!
Mañana será otro día y algo haremos en la oficina, espero.