jueves, 18 de marzo de 2010

De visitas, casas, hacienda y otras cosas

Bueno, parece que me cuesta escribir por aquí, casi tanto como terminar de subir la cuesta en la calle antes de llegar a casa (algún día lo conseguiré; ya si es con mi actual bici ya no sé yo).
En fin, últimas novedades: Helena y yo hemos estado buscando una casa para compartir más cerca del centro desde enero. Al principio era muy frustrante que nadie nos llamara, hasta que descubrimos cómo llamar su atención: escribir desde el email del trabajo, con la firma, diciendo que trabajamos (por más que decíamos que no eramos estudiantes yo creo que seguían pensándolo). Y así conseguimos 4 visitas para 4 casas en una semana. Toma ya.
Tras las visitas nos enamoramos de una casa y fuimos a por ella. Ya tenemos todos los papeles que nos piden en la agencia y hoy nos escriben diciendo que la dueña de la casa, que vive en Nueva York, va a estar esta semana aquí y quiere conocernos. Y van y nos sueltan que viene a nuestra casa donde vivimos ahora!! ¡Quéeeeeeeeeeeeeeeee?! Ni de coña, Helena se ha puesto como una fiera y al final el email polite lo he tenido que escribir yo diciendo que casi que no.
Ya os contaré, cada día que pasa flipo más en este país.
El fin de semana pasado tuve vista. Glori y Charo se dejaron caer por aquí. Y empiezo a pensar que tengo un cierto gafe con las visitas: en Navidades mi familia se quedó a punto de no poder volar a Holanda y el viernes mis amigas llegaron después de dar mil y una vueltas por el país porque por lo visto las vías del tren entre Utrecht y no se qué ciudad no iban bien por un incendio. En fin, que lo pasamos muy bien y no les llovió casi nada. Además nos fuimos al Café Jos a probar la carta de cervezas :D
Es la época de hacer la declaración de la renta y las siempre eficientes trabajadoras de recursos humanos se olvidaron de ponerme en la lista de gente que recibe ayuda de un asesor (o como se diga el que te hace la declaración). En fin, que después de decirme que no me correspondía la ayuda porque llevaba más de un año aquí y de la respuesta super borde que les mandé por email se acojonaron y me llamaron por teléfono para decir que lo arreglarían para que me ayudara el asesor. No hay nada como ser borde para que las tías estas trabajen algo y se dejen ya de tener hijos como conejas, coño, que cada vez que vas allí o te encuentras que están de baja por maternidad o con un bombo que parecen una mesa camilla. El caso es que tendré que hacer la declaración por primera vez en mi vida y encima en holandés, ozú.
Hoy por fin ha empezado a notarse algo que la primavera está a la vuelta de la esquina. Qué gusto ver el sol y no tener lluvia, aunque creo que va a durar poco.
Por cierto, qué difícil es doblar las camas hinchables y volver a meterlas a capón en la bolsa de lona, puf.
Otra cosa: hemos descubierto que el dueño de esta casa se viene aquí a fumarse los porros. O eso pensamos, porque de vez en cuando hay un olor a marihuana en el pasillo que lo flipas y nosotras no somos. A lo mejor por eso el hombre va siempre tan dicharachero. Cada día más ganas de irme de esta casa xD

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